Oro y Plata de Ramón, de Antonio Castillo Algarra e Ignacio Rodulfo Hazen
¿Hay Siglo de Oro y Edad de Plata sin música, danza, bohemia, humorismo y sensualidad? Oro y Plata de Ramón es un cabaret barroco con canciones del Siglo de Oro y de la Edad de Plata a partir de textos de Lope, Quevedo, Guevara, del Romancero y de una docena larga de obras del propio Ramón. Un juguete musical hecho del romancero y la verbena, pasando por el music-hall, en el que quince siglos de canciones y baile pasan por el despacho del último juglar, genio de la vanguardia madrileña: Ramón Gómez de la Serna. En 1936, en su torreón, mientras se despide de sus recuerdos y comprueba que se entrelazan con los de Lope, Quevedo o el Greco, cae en la cuenta de que la clave está en el arte de los gitanos y los negros porque “lo barroco se vuelve a encontrar en el jazz”.
No se suele reparar en un hecho significativo: simultáneamente, en la década de 1920, a ambos lados del Atlántico, los artistas de vanguardia de España y América redescubren, respectivamente, el arte de los gitanos (el cante jondo) y el de los negros (el jazz y las músicas de los esclavos). Y esos artistas aristocráticos, entre los que se encuentra Ramón Gómez de la Serna (1888-1963), se rinden ante sus raíces culturales y las consagran como las más propias y auténticas. Esa nueva realidad artística y cultural, que conocemos por “Edad de Plata”, se sabe nieta del Siglo de Oro, que nace en España y se transforma en Hispanoamérica: de los tejados gatunos del barrio de las Musas, en Madrid, al sifón de la barra de un bar como el Cotton Club.